Los casos de ajuste de estatus generalmente son sencillos. Si el cliente cumple con todos los requisitos, se presenta la solicitud, se asiste a la entrevista y se espera la “green card.” Pero el caso de P V-C fue distinto.
Su hijo ciudadano estadounidense la estaba peticionando bajo la ley 245(i), y todo estaba en orden. Sin embargo, durante la entrevista, la oficial de USCIS insistía en que la petición familiar (I-130) había sido aprobada y luego revocada. Ella insistía que no podía continuar con la entrevista y iba a negar la aprobación. Yo sabía que había un error, como suele ser común cuando se trabaja con USCIS.
Me tomé el tiempo necesario para revisar los documentos junto con la oficial y ayudarla a identificar el origen del problema. Descubrimos que USCIS no había vinculado correctamente la I-130 del hijo, y que ella estaba mirando el antiguo formulario I-130 que presentó el padre de P V-C hacía muchos años. Al final, la oficial localizó la petición correcta y corrigió el error en el sistema.
Gracias a nuestro conocimiento del funcionamiento interno de USCIS, evitamos una negación injusta que pudo haber tomado años resolver.